Casa Haché Santiago, colaboración meritoria

Saludos a todos; Aquí les va algo de la cirugía que está sufriendo el que fuera en su momento uno de nuestros mas emblemáticos edificios... Cuánta falta de verguenza y de respeto.
Luichy

Luichy,

Aunque tus fotos sólo ilustran detalles de la intervención, permiten tener una idea de las implicaciones y consecuencias.

El edificio Casa Haché Santiago (1978) es producto de una colaboración meritoria. Para cuando se hizo ya Edgardo Vega (1924-1999) era el arquitecto de la empresa, había realizado en 1973 la sede de Santo Domingo con Manuel Baquero(1925-1981) y Amable Frómeta (1920-1973) y tenía un reconocimiento profesional de Maestro. Manolito Baquero y Gai Vega (Baquero y Vega, 1949-1959) habían colaborado en varios proyectos, destacados por el manejo excelente de la tropicalidad y lo moderno. Ambos eran habituales de las tertulias del Hotel Comercial (Reid & Reyes, 1955) en Santo Domingo y de la bohemia urbana de la ciudad. Tin (Manuel) Polanco (Puerto Plata, 1932), en cambio, era nuevo en la práctica dominicana, tenía vínculos con la familia Haché y era muy amigo de Gai y Manolito . Así nació esa colaboracion tripartita para Casa Haché Santiago.

La empresa Antonio P. Haché y la familia Haché eran reconocidos, desde hace mucho, como unos progresistas que apoyaban ideas modernas, por lo menos desde los años 50. El edificio de Antonio P. Haché en la calle Duarte de Santiago es obra de Nani Reyes (1924-1966) y marcó un hito de modernidad cuando hizo la fachada en el 56 (no. 121, lunes 16 de julio de 1956 , del registro de Nani). Antes y después, Antonio y Juan Bojos, por separado, también encargaron para Santiago edificios ejemplares a Nani Reyes, quién para entonces ya tenía su firma separada de Billy Reid (Reid & Reyes, 1951-1956).

Así que no fue una sorpresa que los Haché encargaran a Vega, Baquero y Polanco su sede en Santiago con la aspiración y propósito de tener un edifio que marcara un nuevo rumbo en la ciudad. Y así fue. Las proporciones, los materiales y sus formas crearon un espíritu de renovación e innovación en la arquitectura que se construía en Santiago. Su emplazamiento y su relación urbana son unos logros significativos que lo convirtieron en una referencia o hito urbano reconocible.

La nueva generación gerencial de la Casa Haché debería aprender de su pasado histórico y recoger ese legado, de mas de 50 años, al intervenir su sede de Santiago, registrada como una de las grandes obras de la arquitectura moderna en la República Dominicana.

Pla