lunes, 11 de enero de 2010

La biblioteca del Taller

Hasta hace unos días, cuando recibí Unpacking My Library: Architects and Their Books, poco había reparado en la implicación que ha tenido la biblioteca del Taller en el desarrollo de la cultura de trabajo del grupo. Tampoco en su magnitud.

Sin uno darse cuenta, la biblioteca ha adquirido una existencia y personalidad que la hace partícipe de cada conversación. En las discusiones frecuentes se recurre a ella para confirmar o rebatir propuestas, para reforzar puntos de vista o buscar referencias. Tiene una presencia mucho más dinámica que lo que cualquiera pueda suponer. Es, además, soporte teórico e ideológico para una práctica que con los años se ha consolidado.

Aún en bici con Felipe (Branagan) la biblioteca es una referencia para establecer comparables en las conversaciones. Tiene un valor instrumental y complementario, y siempre ha estado abierta a todas las consultas.

Por un buen tiempo la biblioteca fue casi el único contacto con la actualidad y el mundo. Ahora es distinto. La información en la Web es más actualizada, fresca y rápida, pero la biblioteca tiene un alma y un aura fascinantes. Y profundidad. Lo que ha desaparecido del Taller son los catálogos de materiales y productos. El famoso Sweet’s Catalog ya es historia.

Al revisar Unpacking My Library y leer las entrevistas y los libros más significativos que señalan los arquitectos incluidos, noté algunas coincidencias y recordé aquellas obras que de algún modo contribuyeron a conformar un cuerpo de conocimiento esencial. Complejidad y Contradicción en la Arquitectura (R. Venturi), La Arquitectura de la Ciudad (A. Rossi), Vivienda y Cultura (A. Rapoport), fueron estímulos vitales en los años 60. Más tarde From Bauhaus to our House (T. Wolfe) fue una sorpresa deliciosa, y un libro como Genius Loci. Towards a Phenomenology of Architecture (C. Norberg-Schulz), obsequio de Luis Flores, aclaró el camino.

Una biblioteca revela la multiplicidad de intereses y la evolución de las curiosidades. Sirve, también, para compartir descubrimientos y afinidades. En una ocasión un texto de Roberto Segre me sacó una sonrisa cómplice cuando citó a The Bungalow. The Production of a Global Culture (A. King), una obra que creía poco conocida o valorada.

La biblioteca del Taller ha ido creciendo casi de manera natural con el grupo y de algún modo cautiva y enriquece. Ahora, de repente, se muestra en bici. Desempacada.

8 comentarios:

Ja'el dijo...

Ha sido, tambien, una biblioteca abierta, generosa, disponible. Para los de alla y para los perifericos.

Me gusta, sin que pasen mas de dos semanas, ir a ver "lo ultimo"que haya llegado, que siempre esta SOBRE el escritorio, a la espera de ser registrado...

y compartir un cafe...
(sin azucar pero con cucharita)

Anónimo dijo...

Ha sido siempre un referenten abierto para todos aquellos que se interesen por consultar cualquier topico sobre arquitectura o urbanismo, incluso cuando nos vamos de viajes a cualquier latitud siempre hay algo que ver y ahi esta la biblioteca y un comentario acertado sin pretenciones de Plá.
Que mucho ha crecido ya casi no hay espacio....
fb.

Anónimo dijo...

Es increíble lo que la Biblioteca del Taller ha sido capaz de hacer, de hecho
en su momento motivó a que nosotros, en la Vega, nos hiciéramos de publicaciones
y conociéramos la práctica de arquitectos y urbanistas, a través de libros y revistas.

Recuerdo los viajes a Rizzoli y a Urban Center Books en los ´80.

Y los encargos tuyos de Ga Document, Ga House, On Diseño, Composición Arquitectónica... En fin, justamente ahora, cuando comentas de la Biblioteca del Taller, rememoro ese
tiempo cuando llegaban las publicaciones y compartíamos en la Oficina junto a
Rogelio, Eloín, Rosa Emilia y Robertico.

Hoy leer en Arquitectura en Bici lo que ha significado la Biblioteca del Taller, me motiva
en grado sumo.

Joel (Martínez de La Vega)

Marcos Barinas Uribe dijo...

Libros memorables de mi biblioteca, los que me transformaron ( los de arquitectura ):

Louis Kahn: Idea e Imagen, de C.N. Schulz.
La casa de Adán en el Paraíso, de Joseph Rykwert.
Design of Cities,de Edmund Bacon.
Construir en lo construido, de Francisco de Gracia.
Green Architecture and the Agrarian Garden, de Barbara Staufaccher Solomon.
The City in History, de Lewis Munford.
The Architecture of Disjunction, Bernard Tschumi.
What is architecture?, de Paul Shepheard.

No incluyo los mas recientes (ultimos diez años), todavía están siendo digeridos.

Anónimo dijo...

Ahora, lo mejor de esa biblioteca de ppina es la base de datos. Encuentra cualquier libro al instante. Impresionante.

Anónimo dijo...

Es cierto que lo encuentras al instante en la base de datos pero sacarlo de la casilla Uufff. estan tan apretados los 3,000 y pico de libros que no se quieren mover para no perder su puesto y quedarse sobre el escritorio.

Anónimo dijo...

Jajaja, los ultimos comentarios sobre sacar los libros estan super comicos!
Bueno, yo puedo dar testimonio que sin la biblioteca, puede ser que no me haya nunca graduado de arquitecta. Fue, y sigue siendo, una fuente inagotable y felizmente compartida que motiva y educa.
Gracias Pla por compartirla!
Claudia H.

Anónimo dijo...

placido, aun recuerdo mi primera impresion de esa maravillosa biblioteca del taller, cuanto pude leer y actualizarme siendo aun estudiante...espero siga creciendo con tanta vitalidad.
olivia c.l.