Lowell,
Desde que recibí estas fotos de la Estación Texaco de la avenida Independencia, me he quedado pensando sobre la evolución de las gasolineras y sus arquitecturas. También del impacto y la transformación de los prototipos sobre las marcas.
Texaco adoptó pronto el Art Deco (Streamline) en sus modelos de gasolineras que diseñó Walter Dorwin Teagu entre 1934 y 1937. Ésa, frente al parque, y la de "Calamidad" en la avenida Mella (entre 16 de agosto y 30 de marzo), siguen esos modelos, y se convirtieron, además, en centro de transportación interurbano; la del parque hacia el Sur y la de Calamidad hacia el Cibao. Al dueño le llamaban así, Calamidad, y por eso a la gasolinera. Viajaba por ahí a La Vega, con Bretelito, Demetrio o con Polonia, en los años en que hice el bachillerato en la capital (1956-1961). Por eso estas gasolineras están en mi memoria.
Las fotos me recuerdan un poco, también, la arquitectura Googie de los coffee shop americanos de los 50. Pero eso no viene al caso. Lo que sí evocan estas imágenes es el valor y la habilidad de la arquitectura cuando se asocia adecuadamente con iniciativas innovadoras. Texaco y Esso son ejemplo de su impacto en carreteras y pueblos de Norteamérica y el Caribe.
Esas gasolineras streamline inundaron el país en los años 50 y causaban furor, no sólo en Santo Domingo, sino en los pueblos del interior, y siempre se situaban en lugares estratégicos. Es más, tenían connotación de progreso, porque con ellas llegaba el asfalto, que no sé por qué le llamaban ¨talvia". Las que permanecen, como esa frente al parque Independencia, provocan el mismo encanto que antes, con esa ilusión cándida de simular "vencer la gravedad".
Pero el caso más notable, en la relación prototipo y marca, es el de la cadena norteamericana de hamburgers White Tower (1926-1972), orientada a la clase trabajadora. Esas fotos me traen todo este tema a la memoria y me hizo volver a revisar el estudio White Towers (2007) de Paul Hirshorn y Steven Izenour (a quien debes recordar por Learning from Las Vegas).
Es curioso, Lowell, el modo en que estas imágenes han remeneado mi memoria y me llevaron a consultar temas que tenía ahí, en suspenso, y entre mis intereses.
Abrazos,
Pla
Nota:
Con la observación de Emilio Brea corrijo el nombre de Caridad, que en un lapsus puse en vez de Calamidad como realmente le llamaban al dueño de la gasolinera. Gracias
3 comentarios:
Pla, para mi, que usé al igual que tu por mucho tiempo, la "bomba" entre 30 de marzo y 16 de agosto, esa no era "Caridad", sino, "Calamidad", el mote del dueño (habría que saber las razones de tan auténtico apodo). Pero además, te acoto que las Sinclair no se quedan atrás. En San Francisco de Macorís hubo una frente al Parque (esquina noreste) y aquí recuerdo todavía la que existiera donde ahora está el edificio de oficinas gubernamentales, en la esquina 30 de marzo con México.
Es interesante reflexionar sobre esas tipologías porque ya vez como Manolito Baquero rompe el molde en la Leopoldo Navarro, porque muchas eran tan anodinas...
Pla, lo cierto es que la globalización le quitó la singularidad a las ¨bombas¨, ejemplo de esto es la demolición de la estación SHELL de Cott y Gautier en la Máximo Gómez. La homogenización de la imagen nos legó la pobreza arquitectonica de unas propuestas de ¨librito¨ que podrían estar en cualquier sitio. La ¨bomba¨ ESSO del Parque Independencia desapareció intervenida y convertida en Optica, creo que algo similar pasó con la de Calamidad. Nos queda la Texaco del Parque frente al cementerio que hoy muestras. Muchas gracias. Saludos...
Marcos A. Blonda
Leyendo esto, me viene el recuerdo de las Estaciones de servicios de "Aceras" ya desaparecidas, av. mella al lado de los bomberos frente al pajaro azul y otra en la Isabe la Católica frente a Santa Barbara. Eran hitos estos puntos en la ciudad, pero el desarrollo y la modernidad han opacado la simple habitabilidad del espacio urbano.
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